La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad desmielinizante, inflamatoria, crónica, y neurodegenerativa del sistema nervioso central. Entre los numerosos síntomas que caracterizan a esta enfermedad, casi el 80% de los pacientes con EM presentan deterioro sensorial y motor que va desde muy leve a muy grave. Aunque no existe cura para la EM, estudios recientes han descubierto que la atención quiropráctica dirigida al cuello puede ayudar a controlar este aspecto de la enfermedad.
El sistema nervioso somatosensorial ayuda a mantener el equilibrio y a moverse por el espacio. Parte de este sentido se obtiene de los receptores en las articulaciones, músculos, tendones, y ligamentos y constituye la percepción de la posición de las extremidades y el cuerpo. El número de propioceptores varía en las diferentes estructuras y tejidos corporales, pero su densidad es especialmente rica en la región cervical o cuello.
Investigaciones anteriores han demostrado que las terapias manuales pueden afectar positivamente a la mecanotransducción, lo que ayuda a facilitar las señales de los propioceptores al cerebro. Esto es aún más importante para los propioceptores de los tejidos del cuello, que son esenciales para la estabilidad postural y el movimiento de la cabeza y los ojos. Estos beneficios neurofisiológicos se han observado en casos ortopédicos y en individuos sanos, pero hasta hace poco apenas se habían investigado los beneficios de las terapias manuales aplicadas a la región del cuello en pacientes con EM.
En un estudio de 2022, los investigadores reclutaron a 12 pacientes con EM para que recibieran dos tratamientos semanales durante cuatro semanas que consistían en terapias de movilización cervical de tipo tracción articular y deslizamiento, además de técnicas de relajación miofascial. Los investigadores observaron que los participantes experimentaron mejoras notables en la propiocepción y la carga del antepié, la presión media del pie, y la distribución del peso corporal entre sus lados izquierdo y derecho después del tratamiento. Los autores añadieron que las terapias manuales cervicales pueden afectar positivamente al equilibrio y la distribución de la carga plantar en comparación con el tratamiento tradicional. Un estudio de seguimiento publicado dos años después con 16 pacientes con EM descubrió que el mismo enfoque de tratamiento producía beneficios notables con respecto al sentido de la posición articular, el equilibrio, y la marcha, y que estos beneficios persistieron tras la finalización del tratamiento.
Los autores del estudio concluyeron que las terapias manuales podrían utilizarse para apoyar la rehabilitación neurológica en pacientes con EM. Los médicos quiroprácticos están bien capacitados en la aplicación de varios tipos de terapias manuales, incluidas las utilizadas en los estudios tratados en este artículo.
