El dolor de cuello crónico se define como un dolor persistente que dura más de tres meses en el área entre la base del cráneo (occipucio) y la región torácica superior, específicamente hasta el nivel T3 de la columna torácica. Para muchos pacientes, el dolor de cuello crónico surge de la acumulación de microtraumatismos en los tejidos del cuello y las regiones circundantes, a menudo acompañados de fallas posturales. Con el tiempo, estos problemas pueden provocar desequilibrios musculares e incremento de la tensión en los tejidos blandos que sostienen la cabeza.
Cuando se examina a los pacientes con dolor de cuello crónico, los médicos quiroprácticos suelen observar debilidad en los músculos flexores profundos del cuello, que son críticos para estabilizar la columna cervical. Fortalecer estos músculos profundos suele ser un objetivo clave para la recuperación. A diferencia de los músculos flexores superficiales del cuello, los flexores profundos del cuello no pueden contraerse voluntariamente del mismo modo. En cambio, debemos inhibir los músculos superficiales para activar los más profundos.
Aquí hay un sencillo ejercicio para fortalecer los músculos flexores profundos del cuello: recuéstese boca arriba, meta la barbilla ligeramente y levante la cabeza manteniendo la mirada al frente. Mantenga esta posición durante diez segundos. Al principio, esto puede resultar complicado, pero con la práctica constante se hace más fácil. Una vez que pueda mantener la posición durante diez segundos, puede progresar aumentando la duración, añadiendo series con breves períodos de descanso o aplicando resistencia presionando las manos contra la parte delantera de la cabeza. Su quiropráctico puede recomendarle ejercicios adicionales o alternativos adaptados a sus necesidades específicas. Para facilitar la incorporación de esta rutina diaria, considere hacer estos ejercicios antes de acostarse o por la mañana.
Su médico quiropráctico también puede pedirle que realice estos ejercicios durante las visitas al consultorio como parte de su plan de tratamiento. En un estudio en el que participaron 58 pacientes con dolor de cuello crónico, los investigadores descubrieron que los ejercicios de flexión cráneo-cervical producían mayores mejoras en el rango de movimiento del cuello y la intensidad del dolor si se realizaban inmediatamente después de la aplicación de terapias manuales para mejorar la movilidad de la columna cervical superior. Esto sugiere que restaurar la movilidad de la columna cervical puede ser un primer paso necesario para maximizar los beneficios de los ejercicios de flexión cráneo-cervical.
Este hallazgo resalta las ventajas de un enfoque de tratamiento multimodal para tratar el dolor de cuello crónico. Al combinar los puntos fuertes de diferentes terapias, como la terapia manual y los ejercicios específicos, los pacientes pueden beneficiarse de sus efectos sinérgicos, logrando potencialmente un alivio más rápido y efectivo.